Ibrahim Carreño recomienda: Juegos con bombas para fiestas infantiles
Los mejores juegos con bombas para las fiestas de tus niños.
El Semáforo
Se necesitan tres bombas (verde, amarilla o anaranjada y roja) y un adulto que las sostenga. Si se levanta la bomba verde, los niños bailarán al ritmo de la música. Al levantar la bomba amarilla, los niños deben moverse lentamente, mientras que si se levanta la bomba roja, deben quedarse quietos. Puede incluirse una dificultad adicional: si se levantan la roja y la verde, los niños deben gatear, mientras que si se levantan la verde y la amarilla, deben saltar.
El Canguro
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| Los juegos con bombas son muy divertidos |
Se establece un punto de partida y un punto de llegada. Cada niño sujeta una bomba entre sus rodillas y debe llegar a la meta sin que se le caiga o explote (para lograrlo, deberá desplazarse dando saltos).
El Mensaje
Una variante del tradicional juego “explotar las bombas”, solo que estas cuentan con mensajes (actividades) en su interior. Cada niño o cada pareja de niños explotará la bomba y realizará lo que indique el mensaje: cantar una canción, responder una adivinanza, bailar, saltar, hacer como un animal...
El Relevo
El conocido relevo con bombas ahora consistirá en llevar una bomba de varias maneras posibles: con las manos, con la cabeza, con las rodillas, con el pie, de espaldas, en parejas...
El Vestido
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| Usa tu imaginación para jugar con las bombas |
Se trata de colocar un número determinado de bombas en el cuerpo del compañero sin que se caigan o exploten. Una vez logrado, el niño cubierto de bombas debe correr hasta un punto determinado sin que caiga o explote ninguna de las bombas.
La Regadera
Ideal para el verano y fiestas infantiles al aire libre. Basta con suspender algunas bombas rellenas de agua y dejar que los niños las exploten colocándose debajo de ellas… ¿Una sorpresa? Ibrahim Carreño sugiere rellenar una de las bombas con papelillos o harina, o tiñe el agua con colorante vegetal.
Hay muchos juegos y tu imaginación es el límite ¡A pasarla bomba!
Por Ibrahim Carreño


